La gestión eficiente del stock es fundamental para el éxito de una farmacia, ya que afecta directamente a la disponibilidad de productos para los clientes y a la rentabilidad de las compras asociadas a mantener un inventario adecuado.
Es crucial entender la diferencia entre la reposición hacia un punto óptimo que asegure la disponibilidad de los medicamentos para nuestros clientes y la compra, en la que se busca la mejora de la rentabilidad mediante descuentos, rappels y gestión del inventario. La planificación de las compras de manera estratégica y negociar con los laboratorios para obtener las mejores condiciones que nos aseguran la disponibilidad del producto, es determinante para el buen curso de la farmacia.
La reposición se refiere a la actividad de sustituir los productos vendidos, y puede ser calculada directamente por los programas informáticos siguiendo la filosofía de stock mínimo y máximo. Esta labor puede ser llevada a cabo por los auxiliares y técnicos de farmacia. Por otro lado, la compra debe ser gestionada por el responsable de compras; en este caso, conocer las técnicas de negociación y gestión de stocks permitirá optimizar la rentabilidad de las compras, y con ello, marcar las estrategias de ventas que puedan surgir de estos acuerdos.
Antes de realizar una compra, es imprescindible haberla planificado. Esto incluye establecer objetivos concretos, asignar un presupuesto basado en el histórico de ventas y previsiones, y utilizar herramientas informáticas de gestión para ayudar en el proceso. Es importante designar horarios específicos para las reuniones con proveedores y evitar las compras compulsivas y no previstas.
En cuanto al control de existencias y la gestión activa del stock, es necesario implementar sistemas que permitan determinar cuándo es necesario reabastecer el inventario y en qué cantidad. Esto implica analizar datos objetivos para tomar decisiones fundamentadas sobre cuándo y cuánto comprar.
En resumen, la gestión efectiva del stock en una farmacia requiere habilidades de planificación, negociación y análisis de datos. Al seguir consejos prácticos y establecer procesos sólidos, los farmacéuticos empresarios pueden optimizar sus operaciones y mejorar la rentabilidad de su negocio.